Bodas Cienojetes

El otro día me di cuenta de que había acumulado un montón de libros de teoría fotográfica. Sin embargo no estaban produciendo en mí el efecto que yo esperaba. No era mejor fotógrafo. No encontraba mi parcela creativa. Decidí entonces coger uno de ellos, quitarle el plástico y comenzar a leerlo, a ver qué pasaba. ¡Pues nos va a cambiar la vida!

Elegí La cámara de Pandora, de un tal Joan Fontcuberta. En su momento lo compré porque tenía la portada en rojo, que me combinaba con los muebles del salón. Al parecer este hombre sabe mucho de fotografía, yo diría que incluso más que algunos etiquetados como «Máster» en algunos foros de Internet. El libro es una serie de artículos breves, lo cual se hace más llevadero porque yo me desconcentro pronto mirando el Twitter (y ahora el Facebook también). La verdad es que no me enteré mucho de lo que se iba diciendo, pero me quedaba con frases sueltas, de cara a impresionar luego en los saraos fotográficos. Sin embargo, llegué a un artículo que me dejó traspuesto.

Resulta que hay autores que defienden lo que se ha venido a denominar «ecología de la imagen», algo así como que ¡ya está bien de tanto disparar!, que todo lo que hay en este planeta ya está en fotos y de todas las formas posibles. Además, yo entendí que la mayoría de las fotos que se hacen sólo nos contaminan la vista. Incluso uno que se llama Schmid, el iluminado de turno, dice: «Fotógrafos, uníos y reciclad». O sea, que lo que deberíamos hacer es parar máquinas y dedicarnos sólo a editar lo que ya existe. No capturar ni un solo instante más. Nada. Ni siquiera ese gatito tan mono. Fin.

aerolito

El aerolito que me noqueó

Me dio un patatús. Tuve que salir a darme un paseo por el campo para tomar aire e intentar asimilar lo que acababa de leer. Pero, ¿cómo iba a dejar de hacer fotos yo?, ahora que le estaba cogiendo el truco a la dichosa profundidad de campo. La ansiedad cada vez era mayor y, de pronto, recuerdo un golpe seco que me hizo perder la conciencia. Al cabo de un rato, cuando desperté, me di cuenta de que un aerolito (formación de roca y hielo que procede del espacio exterior) había caído justo sobre mi cabeza y estaba allí a mi lado. Me pareció también ver a un fotógrafo sacándome una foto desde lejos, quizá me confundió con un mendigo. El caso es que el golpe, lejos de atontarme aún más, me iluminó, me dio la idea que nos cambiará la vida.

Si no es posible hacer más fotos, igual lo prohíben, entonces hay que darle la vuelta a todo esto. Me vino a la mente otra frase del libro, algo así como que quizá «la obra maestra es sólo el resultado de un simple muestreo estadístico». O sea, que pagando una buena suscripción a un banco de imágenes podemos acabar encontrando obras maestras. Fue así como le propuse a Nicon Pepinos que creáramos nuestra propia agencia fotográfica: Bodas Cienojetes.

Sí, amigos. Hemos decidido embarcarnos en el a veces prestigioso, a veces denostado, mundo de la fotografía nupcial, pero con un enfoque radicalmente nuevo y diferente. Lo primero que hemos hecho ha sido vender, en una tienda de esas de segunda mano, nuestras dos cámaras réflex, 8 pepinos, 6 baterías, 10 tarjetas de memoria, 4 flashes de relleno, 4 trajes de corbata a lunares y nuestro juego de 6 copas de champán. Eso no nos va a hacer falta ya porque nuestra apuesta fotográfica es muy distinta. Con el dinero que hemos sacado hemos comprado decenas de suscripciones a bancos de imágenes existentes y licencias para software de creación de caras, como el Faces.

Tu reportaje donde tú quieras

Tu reportaje donde tú quieras

Bodas Cienojetes ofrece a las parejas que vayan a contraer matrimonio (si se casan por lo civil también vale, que nosotros somos gente moderna) sus servicios de reportaje fotográfico basado en banco de imágenes. No tiramos ni una foto, pero brindamos a los novios la oportunidad de tener un magnífico álbum de bodas haciendo uso de maravillosas imágenes de otras parejas, y son todo ventajas. Por ejemplo, se acabó eso de ahorrar para comprarse ropajes de ceremonia carísimos, podéis hasta ir en chándal a casaros. En nuestras fotos los modelos lucen ropas carísimas y exclusivas. Además, después de firmar los papeles os podéis ir directamente al bar, ya no hay que pasar frío en el parque. Nuestro amplio abanico de localizaciones os permitirá simular que cogisteis un avión para haceros las fotos junto a las pirámides de Egipto, por ejemplo. Y si no os gusta ninguna de nuestras localizaciones no hay problema: arrancamos el fotochó y con el Google Street View ponemos a vuestros modelos en cualquier rincón del planeta. Por último, somos la agencia ideal para aquellas parejas a las que les vaya regulín y se casen por eso del «a ver si así mejora la cosa». Cuando estéis divorciados no os va a dar pena revisitar vuestro álbum de boda, es posible que ni queráis romperlo.

Honestamente hablando, para nosotros también son todo ventajas. Los precios que ofreceremos serán mucho más competitivos porque, entre otras cosas, nos ahorramos pagarle al párroco. También evitamos que nos acusen de intrusismo, tener que sentarnos en la mesa de los «miscelánea» durante el banquete y que se nos acerque el cuñado preguntando por el equipamiento que llevamos. Y lo mejor: adiós al desenfoque gaussiano y a las horas de trabajo quitando granos de la cara.

Nosotros confiamos ciegamente en las palabras de Fontcuberta, que consideramos nuestra máxima, y tenemos fe en que esta iniciativa va a ser un bombazo. Lo que sea con tal de que no se vuelva a repetir lo de la boda de Iniesta, por favor.

Boda de Iniesta

 


Si te gustó este artículo, podrás encontrarlo en nuestro libro junto con otros artículos adaptados de este blog y mucho más contenido inédito.

 

Un Comentario

  1. Pingback: Anónimo

  2. Cris

    jajajajaja! Buena idea! Y podéis casarme, no sé, con George Clooney o similar?

    • Nacho Canon

      Claro, pero sólo si nos traes fotos tuyas previas. No te podemos hacer fotos nuevas, así que en tu boda con Clooney aparecerás, seguro, más joven.

  3. genial! no me esperaba menos. Gracias por este articulo!

  4. Yol

    jajaaaaaa… yo también me apunto! ahora sólo falta buscar al novio, os mantengo al corriente.

  5. Funcionará tambien para las fiestas de 15?… jajaja….
    Muy buen artículo… Aunque debo decirlo… (con cariño, claro…) ustedes no son menos ironicos ni menos pedantes que Joan…. verdad? je…. Un saludo. AG.

  6. vaselina

    no me lo puedo creer!! vais a acabar con los fotografos de bodas???de que van a comer???de que vais???

  7. Buenas! Gracias por el post!, sutil y bien desarrollado sarcasmo que me ha sacado una sonrisa. Un saludo

  8. Reblogged this on El Blog RL and commented:
    como siempre, humor sutil. Genial!!

  9. klarix

    ajajaja!!! sirve, incluso, para parejas de hecho y para los que no quieren casarse pero sus padres les dan la brasa, oiga.

  10. No hay duda que tendría su público, es una gran idea!

  11. materamateurísima

    justo lo que andaba buscando!
    Pero tenéis que asegurarme esa toma con «encanto»…la orilla de la playa, cualquier playa, las olas, inéditas todas, el novio guardando el equilibrio con la novia en brazos, un alga traviesa que se fugó de una plaga y que se enreda entre los pies y los volantes del vestido…y ese entrañable chapuzón inesperado, mientras se mezcla el sonido de las ráfaga con el rumor de las olas…yo quiero todo un clásico!

  12. Teo Barker

    «Me pareció también ver a un fotógrafo sacándome una foto desde lejos, quizá me confundió con un mendigo.»

    Qué buenísima manera de burlarse de la fotografía social en los foros, jajaja, eres un crack!

  13. THE PUNCTUM MOTHER.
    HAS SIDO FOTOGRAFIADO LUEGO EXISTES
    GG.GG.GG

  14. me quiero casar dentro de una nuez

  15. ¡Buena idea! Yo me pido las de De la Cruz Megías… de lo más cañí. Y comentadas por Gomaespuma… ¿Quién da más?

  16. requerido

    jajaja qué pasó en la boda de Iniest??

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