Lo llaman la democratización de la fotografía o también que hasta el más tonto hace relojes. El caso es que ahora cualquiera puede hacer malas fotos, incluso tan malas como las de los demás si se lo propone en serio.
Es increíble cómo se ha llegado a simplificar un proceso que durante mucho tiempo fue complicado. Sigue siendo complejo, pero por dentro, con todos esos jolgorismos, ópticas, sensores y demás cuestiones técnicas de las que provocan orgasmos en la mayoría de asociaciones de fotógrafos (perdón, quería decir de aficionados). Ya quisieran en El Corte Inglés tener a empleados que se supieran a qué f abren todos los objetivos del mundo, por otro lado conocimiento indispensable para que te admitan en alguna de esas asociaciones.
El caso es que, por fuera, hacer fotos es, parafraseando el slogan de Kodak, apretar un botón y que la tecnología se encargue del resto. ¿Y dónde está la magia? ¿Dónde quedó aquello de la imagen latente que aparece en la cubeta del revelador? ¿Y la química? ¿La esencia? ¿El proceso? ¿Y el botón, que ahora todo es táctil? ¿Por qué ya nadie lima las bujías? ¿Quién se acuerda ahora de para qué sirve la valvulina? ¿Y cuándo había que sacarle el aire al motor? ¿Y calentar la comida al baño María? Se está perdiendo todo, irremisiblemente, y vamos hacia el abismo.

Al buscar en Google «Baño María» salió esta foto.
Yo fui un enamorado de la fotografía analógica y de los procesos clásicos. Se me pone el colodión húmedo con solo recordar lo bien que lo pasaba en el laboratorio, con la luz roja, ese olor intenso y argéntico. Ni entonces ni ahora he hecho una puñetera foto en condiciones, por eso escribo en un blog. Pero lo de menos era la imagen que obtenía, a mí lo que me robaba el corazón era el proceso de la toma y el revelado. Además, cuando descubrí la cianotipia me di cuenta de que cualquier foto horrible ganaba mucho al pasarla a azul y blanco. ¡Instagram me recuerda tanto a aquella época!

¿Instagram o Cianotipia? (Foto de Alum Gálvez)
Conozco a mucha gente que sigue trabajando en analógico, pero muchos por presión del entorno más que por una decisión personal. Los artistas y algunos profesionales siguen reivindicando la fotografía analógica frente a la digital, las bondades de las películas frente a los sensores, la pausa del momento de la toma frente al frenesí del disparador digital, la magia del revelado frente a la barra de progreso del Photoshop.
Pero, ¿y si todo se tratara de una pose? Agarrarse a un proceso técnico complejo quizá no es una elección, es una forma de justificar cierta incapacidad de ir más allá de la técnica. Diría que incluso se trata de una forma de marcar distancia y sentirse superiores frente a la generación actual que abraza todo lo digital entusiasmada. Además, las fotos malas tienen más mérito si son analógicas, eso lo sabe todo el mundo.

La bella imperfección analógica (Foto de Giorgio Vecchio)
Un día un fotógrafo de renombre se me derrumbó en la barra del bar y se sinceró. Estaba hasta los cojones de dejarse la pasta en películas, de quitar los pelos y las motas de polvo del escáner, de volverse loco con el balance de blancos. El tipo se había pasado a digital, pero me suplicó que no lo difundiera por ahí. Si la gente se enteraba de que hacía las fotos con los mismos medios que el resto de los mortales éstas se verían devaluadas. Llevaba gastado un pastizal en plugins para que las fotos siguieran pareciendo analógicas. La popularización de la fotografía estaba a punto de suponer el fin de su forma de vida. «Muchas fotos malas circulando por ahí ensucian la mirada, nos habitúan a la mediocridad, al final nadie valorará una buena foto», me decía amargamente.
Indudablemente, la democratización ha traído la inmediatez, la simplificación y el rechazo por los procesos complejos. Y con ello la llegada de nuevas imágenes que nos inundan a diario. Si fuera tan complicado como antes hacer fotos, si sólo una minoría tuviera acceso a ello, seguiríamos sin saber qué cara tiene la gente por las mañanas antes de irse a trabajar o estudiar, cuando se fotografían en el espejo del ascensor y le ponen el filtro Juno. ¡Qué gran pérdida para la humanidad sería eso! Sólo comparable a que Ramoncín dejara de versionar a Nirvana.
Sin embargo, he de confesar que es reconfortante, a la par que alienante, esto de integrarse con la masa y contribuir a la proliferación de fotos totalmente prescindibles. Me he acostumbrado con facilidad a fotografiar con el móvil la vida sin vivirla fuera de la pantalla, a contribuir con mis fotografías al aluvión de imágenes que nos inunda y nos nubla la mirada. Incluso últimamente me ha dado por usar preferiblemente la cámara delantera de mi aifon, porque me sale del palo selfie.
Si te gustó este artículo, podrás encontrarlo en nuestro libro junto con otros artículos adaptados de este blog y mucho más contenido inédito.
Lo de la valvulina y lijado de bujías me ha llegado al alma.
El blog más divertido que leo. #Sinofueraporestosratitos
¿Y no es algo natural que al ser consumidores constantes de la imagen, y a su vez constantemente realizar el ejercicio de fotografiar, se permita un mayor desarrollo en la capacidad de compresión de un método de expresión? En caso contrario estaríamos hablando de comportamientos aberrantes en la conducta de una sociedad, donde el individuo realiza acciones sin causa aparente.
«Indudablemente, la democratización ha traído la inmediatez, la simplificación y el rechazo por los procesos complejos. Y con ello la llegada de nuevas imágenes que nos inundan a diario.»
Mientras se esta democratizando, se permite «inundar de imágenes»; mientras se inunda de imagenes se permite la democratización (al mas puro estilo de la dialéctica hegeliana).
Si puedes hacer de una forma sencilla algo que antes era complicado, solo alguien con confrontación en su interior lo haría igual por el segundo método; si lo haces por el mero hecho de la distinción solo estas siendo adolescente rebelde.
«Sin embargo, he de confesar que es reconfortante, a la par que alienante, esto de integrarse con la masa y contribuir a la proliferación de fotos totalmente prescindibles.»
Si te parece prescindible un medio/modo de expresión y este esta siendo utilizado y demostrando ser eficaz (ademas de permitir el desarrollo de nuevos tipos de arte), se esta haciendo un análisis de la realidad desde un privado estado de ánimo. ¿Acaso tiene el fotógrafo un grado de espiritualidad mayor respecto a otros? ¿o acaso se premia el esfuerzo y no el resultado?
Hoy en día se hacen mucho mas dibujos de todo tipo (por diversas razones) y es enorme el número de artistas que hay exponiendo obras de todo tipo en la red: ¿podríamos decir que proliferan dibujos totalmente prescindibles?
¿o acaso se premia el esfuerzo y no el resultado? ¿Son los fracasos/malos dibujos algo prescindible o simplemente un elemento mas en el aprendizaje? ¿Si todos dibujásemos (mal o bien) perdería esto el valor, siendo solo un proceso de aprendizaje en bebés?
El funcionamiento de la fotografía en «la masa» en ocasiones se asemeja al a la innovación en una juventud tratando de adaptarse a una realidad cambiante: los viejos no lo entienden y simplifican algo que tiene demasiadas ramificaciones.
¿Qué distinción hay entre el fotógrafo consciente de su ejercicio y aquel que simplemente utiliza una herramienta sin tratar de enmarcarse?
¿Está el número de los que se llaman fotógrafos a si mismos ligado a una cuota o a unos baremos impuestos por otros artistas?
Es un discurso que ya he escuchado en mas de una ocasión y no comprendo su naturaleza mas allá que la de una simple rabieta. Es como criticar que todos empecemos a hablar en el mismo idioma con distinto acento.
Toda la razón 👍🏻👌🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Yo no leo foros de fotografía porque me aburren, y no sigo a ningún «fotógrafo» en ninguna red social, sólo compro buenos libros de fotografía de autores con buenos trabajos. Lo demás me importa un rábano, especialmente las democratizaciones.
¿Alguna recomendación en ese sentido, señor Bieito?
Para ti no lo sé. Yo sólo sé lo que me gusta a mí.
Excelente regate. Pero nos quedamos con las ganas…
Desde que existe el jamon york y el Bidé todo ha perdido su sabor
Qualquiera puede hacer fotos, a lo mejor estas personas que hacen este tipo de fotografia inmediata,con el unico «motivo» de colgarlas en facebook, instagram etc etc. no aspiren a mas, y no se preocupen de todo lo demas, ahi està la diferencia con estos otros fotografos que van mas alla.
cambiando de tema, es como si esa gente que hacia ciclismo cuando nadie lo hacia, ahora pusiera el grito en el cielo » desde Induraín el ciclismo lo hace qualquiera»….
¿No son todas las fotos prescindibles? ¿No es subjetivo el arte? ¿No está la gente dispuesta a negar la llegada a la luna? Yo solo creo en fotar por pasión, por vicio, por que sí. Y si lo que uno hace no tiene valor, qué más da? Es el valor que tú le das, como el significado que le quieras dar a la vida. Si todas mis fotos se perdieran para siempre me moriría de pena. Ese es su valor, nada más. Malas fotos, de qué si te hacen feliz. Viva el palo selfie y viva el iPhone. Todos hacemos fotos igual que todos escribimos. Mal. Pero el analfabetismo general no era mejor. Seguirán saliendo artistas, modas, ideas…la foto digital es como el invento de la imprenta. Y además están las redes, Instagram, Facebook, eso es mucho mejor que llenar álbumes que nadie vera nunca más.
Cuando todo lo que vemos haya desaparecido, la peor foto será un valioso documento. Y la mejor será obsoleta.
excelentes conceptos. felicitaciones!
Y a los profesionales nos están quitando el trabajo a diario, porque aquí ya vale todo.
Hola Nacho,
Me hace mucha gracia tu afirmación «… Ni entonces ni ahora he hecho una puñetera foto en condiciones, por eso escribo en un blog», jejeje, porque esa será exactamente la misma razón por la que también tengo un Blog 😉
¿Qué pudieron pensar en su día aquellos fotógrafos profesionales a principios del siglo XX cuando aparecieron las primeras Kodak Brownie? Creo que algo muy parecido a la discusión que planteas. Más cantidad no significa más calidad, y cuanto más paja, más cuesta ver el grano. Pero la facilidad de lo digital también a traído grandes fotógrafos, que de otra forma no hubiesen llegado a la fotografía, no todo es paja, y creo que es algo para celebrar.
Al final analógico o digital ¿qué más da? Lo digital puede tiene hacerse con la velocidad del rayo o con la pausa del mundo analógico. Lo digital se hace sin procesos complejos, pero también puede hacerse de forma meditada y sin Photoshop. Desde mi punto de vista, lo que importa es el resultado final, lo que logramos transmitir. En mi humilde opinión, ninguna es mejor que la otra, y lo analógico no tiene ni más ni menos valor que lo digital.
En el mundo digital, creo que es importante conseguir una nomenclatura clara para cada tipo de proceso, desde el proceso puramente fotográfico, al puramente digital. Si no, llegaremos a banalizar todo. Pero bueno, esta es otra historia.
Me parece un estupendo tema de debate. Gracias por tu reflexión 🙂
Un saludo.
Me ha gustado mucho el articulo y me ha encantado tu respuesta 🙂
el que es bueno , hace fotos buenas hasta con una caja de galletas , o con la cámara de comunion de su hijo. El tema no es que una sea mejor herramienta que la otra , sino el provecho una persona sea capaz de sacar de la que escoja. La pintura acrilica nunca ha dejado de lado a la pintura al oleo , es distinta con resultados distintos , y unas propiedades que la hacen ser comoda y de rapido secado que permite efectos de superposicion de planos complicados con el oleo . Las guitarras electricas generaron definieron una tipo de musica muy popular pero en los conservatorios se sigue estudiando violin y guitarra clasica.
Me parto y me troncho. Y sin dejarte una verdad «en el tintero», que también te has olvidado de reivindicar la escritura a mano frente al ordenador.
Os leo a todos… y creo que todos tenéis razón.
Creo que estamos los que disfrutamos con la fotografía, como fin para conseguir imágenes que nos satisfagan y los que utilizan la fotografía como un modo de documentar momentos y compartirlos, sin pretender que sean fotones.
Para los primeros, está en nosotros mismos entender que lo que consigamos nos ha reportado la satisfacción del proceso y no tenemos que sentirnos mal si alguien con menos conocimientos técnicos, armado con un aifon sieteplus te hace un retrato con desenfoques propios de un 1,4.
Sí que me siento muy mal, cuando se eleva a la categoría de arte, muchos truños de fotografías. Ahí sí que creo que está el problema… para los que conocemos cuántas palas el diafragma de cada uno de nuestros objetivos y paranóides similares. Y creo que esa batalla la tenemos perdida.
Sólo me queda el consuelo de pensar que cuando un cliente me contrata, es porque en mi trabajo no ha visto truños y le genero confianza… pues va a pagar por ello. Al fin… ¿de eso se trata, verdad?
Buen artículo, es lo que tienen estos tiempos, por un lado la democratización de la fotografía, lo malo de ello no es que cualquiera haga fotos aunque no tenga ni idea, sino que por analogía piensa que todas las fotografías se hacen en cinco minutos como las suyas, ignorando todos los conocimientos, habilidades, esfuerzo y dinero que hay detrás de una buena obra fotográfica.
Por otro lado cualquiera puede tener un blog gratis en cinco minutos (es lo que me ha costado a mí crear el mío) o una app gratis en su móvil o un programa gratuíto en su ordenador, y ello nos lleva a pensar por esa misma analogía que detrás de un buen programa hay mucho conocimiento, habilidad, esfuerzo y dinero.
De ambas cosas nos beneficiamos todos, pero por otra parte perjudica al profesional.
Genial, me ha encantado ❤️ he de decir, que creo pertenecer a esa ola de «malos fotógrafos» pero con los años espero transmitir mucho más con mis fotografías. Además siempre he querido aprender el arte del revelado que me ha pillado ya muy muy lejos. Lo seguirán enseñando por ahí? Saludos!
Vamos no todo es malo, el hecho de se hayan simplificado y agilizado los procesos, no implica que la fotografía haya perdido calidad o merito, vaya para mi una mala fotografía es mala fotografía independientemente de los procesos de revelado que haya tenido (analogo o digital) y una buen toma, donde quedan implicitos los conocimientos, experiencia y sentido estetico del fotógrafo, es una buena toma aún cuando haya sido tomada con un cámara digital.
Ahora cualquiera hace un blogg
Ami me gusta mucho la fotografia apenas me estoy iniciando en ella aun no estoy en la ola de los buenos fotografos pero uno va avanzando poco a poco, Simplemeten tu blog es muy bueno para esto
Saludos! 😉
excelente mejor dicho imposible!!!
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