¡Guerreros de la luz! Ha llegado el momento de tener un cara a cara con vuestro otro yo. ¡Dejadme desmontar ese falso yo y haceros salir de la ceguera colectiva!
Pero antes de nada, permitidme que primero os cuente como caí yo mismo del burro. Fue hace unos meses, cuando estaba pensando apuntarme a los visionados de Descubrimientos de PhotoEspaña, porque así me lo aconsejó el fotógrafo de bodas de mi pueblo después de ver el primer proyecto serio que hice. Me dijo que tenía que darme a conocer en esta puesta de largo, donde se cita lo más selecto y talentoso de los emergentes por aflorar con un puñado de expertos visionaros que critican sus fotos. Cuando conocidos del mundillo fotográfico han sido admitidos allí, se han puesto a dar palmas con las orejas por el contento. Me dije que yo tenía que ser uno de aquellos triunfitos.
Pero en el momento en que iba darle a la tecla para hacer el pago de las tarifas estipuladas [*], la duda me asaltó. La oportunidad de emerger estaba ahí, al alcance de mi dedo, pero mi economía no estaba para tirar cohetes. Y sólo faltaba que tras la pagamenta, me pusieran verde y me volviera a la provincia llorando por no haber acabado la efepé de fontanería. En esas andaba, digo, cuando la acostumbrada llamada telefónica de la siesta me detuvo. Una simpática comercial de latino acento me ofrecía más y más megas, más y más minutos…
«Más, más y más…», -pensé. «¿Qué es esta cosa que me empuja a querer más y más en este mundo de la fotografía, a competir para estar siempre en el candelero, a ser tan ambicioso?”
¡Ay, el ego fotográfico! Llevad cuidado con él, amigos, porque si lo dejáis suelto es el brebaje de Jekyll que os transformará para llevaros por donde quiera. Como no entendéis su mecánica mental, no lo podéis reconocer y caéis una y otra vez en el desastre de identificaros con Mr. Hyde.
El ego fotográfico es el que te hace estar más obsesionado con ser un fotógrafo reconocido que con hacer fotografía. Pero, ¿cómo reconocer si estás dominado por él y evitar así que se infle más y más y te destruya? A continuación doy una serie de medidores conductuales, que pueden variar dependiendo de la madurez mental de la persona y su perfil fotográfico (trascendental o pirotécnico). Según lo que se haya dejado hacer al ego, estos comportamientos estarán más aposentados, haciendo que más subidito se lo tenga el individuo a tratar:
– El artisteo o postureo, por vía telemática o presencial. La primera se suele centrar en buscar como loco por Facebook o Twiter “amigos” importantes del panórama fotográfico actual; la pócima de Jekyll te transforma en las redes sociales no en un asesino aterrador, sino en un actor que interpreta al fotógrafo perfecto, simpático, culto y sensible. La vía presencial se basa en asistir a los eventos a los que los que ya emergieron asisten, para codearse con ellos. El objetivo es que te conozcan, principalmente más a tí que a tu trabajo, que tu nombre suene antes que tus fotos. El arquetipo de la primera vía es aquel que tiene más amigos del mundillo fotográfico en Facebook que fotos en su disco duro; el de la segunda es aquel que viaja más que Willy Fog, de sarao en sarao fotero por el planeta. Es fácil que ambos sólo tengan amigos relacionados con la fotografía.
– Frecuentes, costosas e innecesarias mejoras en los equipos fotográficos. En el universo trascendental el súmmun de esto puede ser conseguir una Hasseblad de película de formato medio; en el pirotécnico, la elegida como mejor cámara del año en Photokina.
– Dedicar varias horas al día a buscar en webs y redes sociales concursos, festivales, maratones y similares. Reservar una parte importante de tus ingresos a la inscripción en dichos eventos. Pillar cabreos y frustaciones monumentales en caso de no ser seleccionado o no ganar en ninguno de ellos, alegando que «esa gente no entiende de/tu fotografía».
– Alteraciones agudas en la personalidad e incluso en el modo de andar y vestir, por haber logrado discretos logros: recibir muchas felacitaciones por una foto en Facebook, en galerías como Flickr o en foros especializados; ganar un concursete fotográfico en tu pueblo; publicar un par de fotos en una revista; exponer en el bar de tu amigo; etc.
– Obsesionarse con publicar un fotolibro o exponer a las primeras de cambio, con un proyecto que a todas luces está sin terminar. El fotógrafo decide lanzarse de panza a la piscina porque con un par de buenas críticas ya se cree Michael Phelps. Subrayar que aquí el ego fotográfico suele saciarse de una vez: la mayoría de la gente se conforma con vender 200 ejemplares de un sólo libro porque no tienen ganas ni quizá talento para hacerlo más veces. Su ego seguirá creciendo en otros ámbitos de su vida. Como ya se han demostrado a sí mismos que pueden ser una estrella de la fotografía, ahora pueden irse a triunfar a Master Chef.
– Explotar un trabajo que ya está finiquitado hasta la saciedad, enseñándolo en todos los foros posibles. El paradigma de esta conducta es aquel fotógrafo que lleva a los visionados un libro ya editado para que le digan lo bueno que es. O el fotógrafo de cierta edad que ya no se acuerda ni de cómo funciona una cámara porque vive de glorias y rentas pasadas; suele contar batallitas que demuestran que lo que él hacía en su tiempo con los carretes y la ampliadora sí era fotografía de verdad.
– Empezar a creerse que con un par de de libros leídos (un Langdord por allí y un Berger por allá) uno tiene suficiente criterio y otra manera de contar, creyéndose un excelente educador fotográfico. El modelo de este tipo de ego fotográfico son los fotógrafos que comienzan a demandar altos emolumentos por una actividad que nunca antes habían realizado, como impartir talleres, conferencias, visionados, etc.
– Prohibir la edición ajena de las imágenes bajo ningún concepto.
Éstos son sólo algunos ejemplos. Si te has identificado con más de uno, es posible que tu ego fotográfico te domine y te haya empujado a una espiral de competición no sólo con los demás, sino contigo mismo. No te sientas culpable; llevas dándote guantazos a ti mismo desde pequeño. En el cole ya empezaste a ver que los mejores murales, los mejores dibujos, los mejores trabajos manuales pasaban a formar parte del decorado del aula.
Sólo me resta invitarte a mis terapias anti ego fotográfico. Te convencerás de que no necesitas ningún recononimiento porque el principal espectador de tus imágenes eres tú mismo. Si estás interesado, mándame un mail y llegamos a un acuerdo monetario. ¿Eh? ¿Qué te pensabas? ¿Que te lo iba a dar todo hecho? No seas egoísta.
[*] Las tarifas para Descubrimientos PHE 2015 incluyen una pre-inscripción no reembolsasble de 10€ y una módica inscripción de 240. Las cancelaciones de la inscripción llevan un recargo. Sin contar éste y las preinscripciones de los no seleccionados, para calcular los ingresos por esta actividad habría que multiplicar 200 (seleccionados) x 250€.
¿a cuanto la hora de pescozones digo de re-educación del ego?
que no ando muy bien de pasta, ¿no daría igual unas collejas anti-ego?
Pingback: Anónimo
El que esté libre de ego fotográfico que tire el primer carrete…! ,-)
http://esferapublica.org/nfblog/la-ensenanza-del-arte-como-fraude/
jajajajaj buenísimo, quizá un poco más que en otras ocasiones.
Así es… toda la panda de buitres que hay dispuestos a aprovecharse de estas víctimas del Ego, que en su supina ignorancia llegan a creerse que se puede ganar dinero con la fotografía a trabes de los canales saca cuartos que existen.. .que si tal galería quiere que le dejes una fotos enmarcadas y presentadas para pasearlas por el mundo sin saber si un día las venderán… pero que les vendrá muy bien para tener stock de todo tipo y gratis.. que si te dejamos sitio para que pongas tu exposición y te gastes una pasta en los cuadritos del que seguramente no venderás ni uno… que si lo del PHP y sus cuotas, que no es el único pero es el más cara dura de todos ya que entre patrocinadores y colaboradores de este saca cuartos, hay excitantes siglas y nombres que ponen cachondo hasta el más incrédulo… en fin… una vomitona de la que lo mejor es escaparse si te dejan (los cientos de email que pueden llegar a tu correo pueden llegar a ser turbadores e incluso se puede llegar a pensar que no se los mandan a nadie más que a ti 🙂 ) y tal y tal y tal como decía Gil.
Fotógrafos de buena fe.. lo mejor que podeis hacer es buscar otro curro que os alimente y dejar la fotografía para vuestros ratos libres… Es mejor que te piropeen gratis en la red que cada piropo te cueste 100 euros… al final.. hay más gente esta puesta en fotografía en la red, que en todos estos sainetes que de lo que se sabe mucho es de limpiarte la cartera 😀
Salud.
muy buen comentario
la verdad es que después de leer este artículo y sus comentarios me dan ganas de no ir. Uno se siente una mierda porque es verdad, cuesta un montón poderlo pagar. Y aunque he pagado, es dificil afrontar el viage, cuando al mismo tiempo estás luchando para encontrar un «puto» digno trabajo. Y estás lejos y no cuento más porque sería entrar en la propia vida personal y no hace falta. Está calro de que si no hubiera pasta de por medio no se haría nada de esto.
Busca un digno trabajo y dale a todos estos en el morro ¿como? haciendo lo que te gusta aunque sea en tus ratos libres sin tener que alimentar el bolsillo de nadie. Si tu trabajo es bueno o malo no dependerá de lo que diga un tipo al que has pagado por decírtelo… por que encima te puedes encontrar con que un cretino sin talento… ni como fotógrafo ni como crítico, diga un montón de idioteces sobre lo que haces.
Si ya has pagado algo… pues mándales unas disculpas en una caja con lazo con algo así dentro 😀
Aunque tampoco te quiero quitar la ilusión.. tuya es la decisión 😉
Saludos suerte y que las ganas de fotografiar no te las quite nadie.
Alguna vez estuve tentado de ir al un visionado de esos, pero una duda siempre me frenó…
¿Si el crítico pone tus fotos a parir, se puede uno (perdón) cagar en su puta madre bien fuerte?
Yo creo que el precio debería incluir esa posibilidad…
Pues como para pensar… Descubrimientos de PhotoEspaña 200×250= 50.000 lereles!!!
Pais…
Te pagaría sin pensarlo pero la tarifa fotográfica no está definida, imaginate la del ego.
Maravillosa narración.
Veo a diario en instagram fotos de anónimos que me gustan más que las de los descubrimientos PHE. Carecerán de ego fotográfico o no tendrán dinero y se tienen que conformar con likes gratis de gente como yo. En cualquier momento les hago una oferta y me compro una de sus fotos. Por si se revalorizan en el futuro al caer presos del ego fotográfico.
Soís el mejor blog de fotografía nacional chicos 😉
Cuando quieran se dan una vuelta por Argentina y les presento la versión Sudaka….
Pues encantado de volver por la Argentina, Esteban.
A estos visionarios visionadores del trabajo ajeno (yo también opino que uno debe tener derecho a cag… en su p… madre o a decirle ¿tú que has hecho? traelo aqui que te lo critico) les pasa lo qu e a San Jorge cuando mató al último dragón, como e quedó sin trabajo puso una academia para enseñas a matar dragones, y sus alumnos hicieron lo mismo al terminar los «estudios»…de ahí la burbuja de héroes asesinos de dragones que nunca se han comido una rosca. En este caso mucho fotógrafos artistas y editores artistas han encontrado un nicho de mercado que antes no existía, sacar muchos pocos a incautos que van con sus fotos a que otro les diga » tú tienes potencial y futuro, algunas fotos tienen un encuadre audaz, pero debes seguir trabajando en ello. Tu proyecto tiene un punto de vista innovador…» son 200 del ala. Gracias por participar.
Tambien puede ocurrir, si alguno PIC.A, que te gastes unos (miles de) eurillos en un master y luego te eligen -sin pruebas – para alguno de los varios miles de saraos fotográficos europeos….y ya vas servido.
Ay señor! no me des, ponme donde haya.
Yo voy a los descubrimientos este año, ya os contaré. Pero si realmente quieres vivir de la fotografía y quieres darte a conocer, no veo mal hablar con gente del mundillo, es una alternativa más, que por otra parte los 250€ vienen con entrada a photoespaña, actividades y talleres. Seguramente me dejo más dinero al año en kalimotxos
Gran artículo. Mis felicitaciones.
He de decir, que creo que hay una gran mayoría silenciosa, que sabe mucho de fotografía, hace grandes fotografías, comparte con otros todo ese conocimiento y fotografías… y no necesita ni premios, ni saraos, ni nada de nada.
Ese es el espíritu que me apasiona de algunos fotógrafos que conozco.
Y no os preocupéis, que no les falta el trabajo, pues sus fotografías hablan por sí mismas y la gente, que aunque no entienda de composición, sabe que esas le gustan mucho… y confía en ellos y les contratan.
No tienen «nombre»… sí muy buenos trabajos y grandes fotografías que disfrutar.
En Denbora, la asociación fotográfica de la que soy socio, hay un puñado de ellos que hacen fotografías que te hacen caer de culo para contemplarlas: de naturaleza, de deportes, retratos… y no necesitan exponer, ni ganar concursos porque ni se presentan. Esto es la pura pasión por conseguir la foto. Estar durante días, 8 horas en un hide, para retratar una pequeña ave, a mí me da mucha envidia sana y mucha admiración.
A mí me gustaría parecerme a ellos.
Por eso celebro este tipo de artículos, como contraste a lo otro… y como revelación de todo lo que hay por ahí utilizando la fotografía como una herramienta para hacerse notar, que fotografiar para sentir y emocionarse como fin.
Vease al * de Pablo Beglez, que ni es fotografo de bodas y alli se ha colado, con mas laureles que el Papa, sin tener ni una sola imagen que transmita lo que una boda es. Solo veo posturitas y composiciones centrales de caralogo H&M.
Me permito añadir otro comportamiento producto del ego: dejar de ser fotógrafo y convertirse en photographer. Da lo mismo que no sepas inglés y que lo pronuncies como mi tía la del pueblo, pero llenas tu web, tus tarjetas y tus emails de la palabra photographer. Ouuu yeahhhh.
Date una vueltita por Argentina y descubrirás que aquí tenemos mas términos en ingles que en español, nosotros decimos «Guai Fai» o «Maus»….
Durante años tuve una agencia (un archivo de imágenes de prensa), al principio la llame ASA (Agencia SudAmericana), no funcionaba para nada, no cambie el producto, no cambiamos la forma de ofrecerlo, cambiamos el nombre por Stock Press y funciono….
Aquí mi apellido me abre puertas porque suena a Británico, a pesar de la Guerra de Malvinas….
Per bueno es la dependencia Cultural, que es mas efectiva que la de las bayonetas, es mas prolija y menos costosa en los medios de comunicación……
Entiendo lo que comentas Manuel, los prejuicios fotográficos no solo afectan al fotógrafo sino también al espectador/cliente. Por otro lado es mas fácil que un chino sepa ingles que español. Si por mi fuera, mi web estaría toda en ingles, lo que facilitaría a la gran mayoría la comprensión de los textos.
Aun así, te confirmo que si, es cierto, hay un poco de Ouuu yeeaaahhhh. Gracias!!!
Esta claro que las tarifas de Phe son sangrantes, al igual que los 7.000€ al año de la escuela de turno o los 500€ del workshop con fulanito. Es el ego únicamente lo que lleva al fotógrafo a sangrar su dinero por llevar estos galones ¿o realmente es la única forma de que la gente se pare un rato a mirar tu trabajo? Y aunque sea triste, tu trabajo no se mira igual si te han dado una beca, premio, mención… El criterio de los otros está supeditado a todos estos reconocimientos, nadie dijo que el mundo fuese justo. Así que si, es un mundillo caro, lleno de putas y puteros, donde no siempre lo bueno se valora, donde la gente se afilia a escuelas y donde pagas mas de lo que recibes por casi todo. Concretamente en Phe más que por los 250€ se han pasado con los 200 seleccionados, la avaricia rompió el saco…