Hace poco tiempo me armé de valor y decidí presentarme a lo que pensaba era un prestigioso premio internacional de fotografía de autor. Ingresé 40 euros a la organización, envié unas fotillos por correo electrónico y no tuve más que esperar. Días después recibía una llamada en la que se me comunicaba que había obtenido el primer premio.
No cabía en mí de gozo. Por fin llegaba un trampolín hacia el éxito. Mi interlocutora me informaba de que el reputado galardón incluía una exposición y la publicación de un fotolibro-catálogo. Después de felicitarme, la señorita me preguntó si conocía las condiciones del premio que iban contenidas en no sé qué bases. Pero yo ya era presa de la emoción y casi no la escuchaba. No dejaba de pensar en lo que estaba por venir: en el famoseo, en dejarme barba ante la futura inauguración, en comprarme nuevas gafapastas, en codearme con los popes en festivales y saraos, en las ganancias venideras, en las hipsters que me iba a ligar… Yo le contestaba a todo que sí con una sonrisa de oreja a oreja. “¡Sí, sí, gracias, gracias!”.
Decidí celebrar el triunfo con un fin de semana de comilonas y copas con los amigos. No tuve problema en que me fiaran en los bares diciéndoles que en breve iba a cobrar un pastizal. A mediados de la semana siguiente, y una vez superada la resaca, me puse a trabajar en las fotos. Yo sólo había presentado doce fotos, dije que mi proyecto era un «work in progress» y la verdad es que no tenía hechas muchas más. Me puse como un loco a fotear y fui a lo seguro: cama deshecha, retrato desenfocado de espaldas en una ventana, farola en la noche… con eso y un poco de concepto quedaba completado el proyecto.
A los días se me ocurrió mirar las bases esas. “Oh oh, aquí no dice nada de premio en metálico. ¡Tiene que ser un error, copón!”.
Cuando descubrí que había finalizado el plazo para renunciar al premio, me desmayé. Todo consistía en una exposición en un reputado museo de trajes regionales. La producción y envío de fotos las tenía que costear yo. Para el fotolibro me daban unos 500 eurillos y el resto también lo tenía que apoquinar yo. Eso sí: muy amablemente me sugerían que las fotos fueran bien grandes. «A tu proyecto le pegan unas cajas de luz a lo Jeff Wall, de 2x3m por lo menos. Pregunta por mi primo Paco el carpintero y dile que vas de mi parte». Por lo demás, me daban un 20% de las ventas de unas fotos que no compraría ni el tato porque nadie me conocía. Y del libro se imprimirían unos 200 ejemplares; tenía derecho a quedarme con la mitad para vender, regalar o lo que quisiera. Resumen: 500 euros, una pared y cajas de libros que acabarían en mi trastero, es lo que tenía.
Pregunté por ahí y cuál fue mi sorpresa cuando me decían que eso era lo normal, todo era muy normal. ¿Qué pasa, que o se da el pelotazo o aquí todo el mundo cobra, menos el autor? Me sentí una especie de E.T.T. que daba trabajo a todo el mundo pero sin oler un céntimo.
A la inauguración fueron muchos amigos, que no compraron nada, pero a los que tuve que agradecer su asistencia poniéndoles vino y jamón, a mi cargo, claro. Lástima no haber ido antes a algunas expos algo p-2 de PHE 2.0 14, porque con unas fotocopias y unas chinchetas también hubiera resuelto la papeleta. Al menos me ahorré la empresa de catering porque me ayudaron a servir unos amigos en delantal, a los que tuve que regalarles libros y pagarles el viaje, claro.
Estaba asombrado con lo que generaba mi arte fotográfico; con el movimiento económico que se movía en torno a unas pocas fotografías mías. Y al mismo tiempo con la cantidad de dinero que orbitaba alrededor de mi persona creadora sin que pudiera echarle mano. Cobró todo dios, excepto yo. Recordando de pasada, sacaron tajada del pastel:
- Los que organizaron el concurso
- El pintor de brocha gorda
- El montador
- El interiorista
- El impresor
- El diseñador
- El del laboratorio y tienda de fotografía
- La empresa de telefonía (tuve que hacer cientos de llamadas)
- El que cría el cochino
- El viticultor y el bodeguero
- Los del jurado
- El supermercado
- Ikea (al final compré marcos baratos)
- Los hosteleros
- La Renfe y el taxista
- El banco (pedí un préstamo para poder pagarlo todo)
- El psicólogo.
Seguro que hay comensales de los que me olvido. Os dejo a vosotros completar el pastel a vuestro gusto. Lo que está claro es que las ganancias del fotografo suelen ser negativas. Todo pérdidas.
Un día, muy desalentado, me puse a hablar del tema con un amigo, fotógrafo reconocido, que alguna vez había sido miembro de un jurado de este tipo de convocatorias.
– “Con unos cuantos ilusos como yo, este país se levanta. Pero con estas condiciones tan cojonudas, con estos chollos, los fotógrafos de autor, salvo que sean de otro mundo o afronautas, ¿de qué viven? ¿Qué cobran estos tíos, qué?”, le decía amargamente.
– “Es que les pagan en ego, Pepinos, cobran en ego», me contestó. «La próxima vez, léete las bases”.
– “Toma, contesta tú, por favor. Di que no estoy. Es el del bar preguntándome cuando voy a pagarle la púa”.
¡Bienvenidos al mundo de la fotografía artística! Es tal cual lo contáis…
Venga, para que no se diga, os voy a financiar. Entre votar a Podemos y compraros camisetas, me van a llamar ETA de un momento a otro… De todos modos, poned un anuncio de esos de adwords como todo el mundo ¿no? 😉
Bueno, lo que has aprendido con esa experiencia no tiene precio 🙂
geniales!!!gracias por hacerme reir a carcajadas siempre!!!) por cierto si venís a ver otra expo de phe14 a los madriles os podéis traer alguna camiseta guapa de esas???!)(….xxx
…la realidad en el pseumundo del arte es esta que retratáis, hace veinte años un incipiente e inocente pintor de provincias se dejó llevar por los cantos de sirena que el Madrid, eterna capital de la «cultura», le ofrecía. Desde ese día hasta hoy decidí que jamas viviría del arte. Prefiero realizar mi obra fuera de cualquier influencia mercantil, amar lo que hago.
¿Encima de que te lo pasas bien quieres cobrar? así es como piensan todos los crápulas que manejan este negocio.
Como debo ser tu único lector en Argentina, pero ademas te propago en mi FB, teniendo la ventaja de tener un hijo hipster viviendo en Barcelona, ya te estoy pidiendo descuento para dos remeras…..
Mandame un mail y coordinamos
Mac.-
Hola, Mac. Gracias por seguirnos. Tenemos muchos lectores en Iberoamérica. Escríbenos a cienojetes.productos@gmail.com y hablamos. 😉
Muy buen relato,me he reído mucho,lo importante es la pasión que le ponemos a lo que hacemos,lo demás viene por añadidura…Que viva el arte carajo! 🙂 Saludos desde Argentina (estoy de paso) mejor,saludos desde Manta Ecuador….
Saludos desde Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. He oído al respecto de amigos fotógrafos. Dicen que el universo anota….y paga todo!!!
¡Saludos a esa tierra estupenda!
Caramba, es una historia divertida pero sin duda dramática. Tantos concursos de fotografía y apenas unos los más serios. Hace no mucho descubrí esté tema del ‘crowdfunding’ y una página versátil es Verkami (enlace adjunto, al final del comentario). Prueba financiar tu proyecto con ellos, ahí sí tienes el trozo más grande del pastel y además que todos ganan.
Dale Nicon, te mando un abrazo desde Cusco, Perú. Seguro que son muchos quienes te seguimos desde aquí.
http://www.verkami.com/projects/8925-el-ilustre-diario-de-lucreativo
Ahora sí que se nos va a ver el plumero a todos XD
No puedo estar más de acuerdo, se han puesto de moda tanto los “certámenes” fotográficos que el único que no solo no ingresa sino que pierde pasta es el propio fotógrafo. Y contado así además por o menos se me quita la mala sangre y me río un rato. Genial post.
Pues yo he participado en un festival de fotografía artística contemporánea muy importante y creo que, aunque he tenido que poner un poco de dinero, bueno bastante, porque llevo mucho tiempo trabajando en esas fotos, es una gran oportunidad para mí. ¿no creéis?. Hay un banco que esponsoriza la expo, pero me dijeron que no tenía dinero ni para pagarme el viaje en turista o el hostal para venir a la inauguración. Yo me lo he creído y no he dado más vueltas…, pedí a un amigo un pequeño préstamo para poder venir…. es que lo que me gusta es ver mis fotos ahí… verme ahí ! mi nombre en la «sección oficial» !! jo, como mola !!… es verdad que sigo a cero de pasta, es más, en el verano no tengo para más remedio que quedarme en casa y gastar poco… pero ¿y lo que vale hablar delente del micrófono y que me pregunten por mi obra?!. joder !!…. eso es importante ! salir en los medios ! que me hagan entrevistas, como a la gente famosa. Qué subidón. ! A mí no me parece tan mal que cobren los comisarios y los organizadores, o la señora de la limpieza… o los diseñadores o la imprenta, el director y el presidente de la fundación del banco… por supuesto ! ellos son trabajadores. Yo soy un artista-fotógrafo,… o un mero fotógrafo (o un artesano, que para algunos es importante la diferencia). El caso es que, artista, artesano o fotógrafo, no veo por qué tendría que cobrar un sueldo por exponer mis ideas, mi trabajo, mis fotografías…. Qué tonterías…!! ¿verdad? ya con estar ahí me vale mucho, pero que mucho…!! es mi sueño…y tengo que dar las gracias a tanta gente que hace posible que sea así… que que cobren ellos, que yo ya me buscaré otro trabajo para poder pagar el alquiler y todo lo demás… !!
Lo que sea por hacer realidad tus sueños, Ana.
Bueno lo de «comprarte» tu mismo el premio es bastante antiguo no?. Tienes esos certamenes internacionales de los que todos los fotografos tenemos una o dos líneas en nuestro curriculum, tienen 17 disciplinas, y por cada una de ellas 3 ó 4 premios y 200 «honorable menthions». Muy mal se te tiene que dar para que no te caiga algo si te gastas un dinerillo para participar en un par de categorías.
Para mi tiene mas valor que un desconocido cualquiera me compre una foto, que desde un certamen, que no es mas que un negocio, me den cualquier reconocimiento. El 99% no vamos a pasar de cierto nivel de mediocridad, frustrarte y sufrir por ello es absurdo, pero pagar, es enfermo.
Pues…
Hoy andaba por mi barrio y me fijé en un restaurante italiano. Pensé en todo el gasto que suponía montarlo correctamente, incluyendo la salida de humos que (supongo yo) iba por el patio de luces del edificio en el que estaba. Esa salida de humos, la pintura de la fachada, los rótulos, los que habían fabricado las mesas, el ayuntamiento y sus permisos… todo eso ha costado pasta, mucha pasta. Pasta de la pagar no de la de cocinar.
¿Y eso garantiza que el restaurante dé pasta (de la cobrar) cocinando pasta (de la de comer)? Todos sabemos que no. Es más, si alguien quiere hacer toda esa inversión para preparar recetas macrobiótico-crudi-veganas avaladas por conceptualismos de nutrición y otras ocurrencias más o menos acertadas o no, pues evidentemente puede hacerla. Toda la gente le cobrará igual y le hará las instalaciones necesarias y le dirá que es buena idea, etc. Otra cosa será que probablemente de tu idea ELLOS SEAN LOS ÚNICOS QUE VEAN DINERO.
Y en esto de las fotos, y de los egos, de la creación y la captura… Una manera sencilla de ver que algo es bueno es que al autor le permite vivir de ello… e incluso hay quien puede hacerse un patrimonio con ello. Pero es que por cada Demarchelier, o Gursky o Wall hay decenas de fotógrafos de barrio que parece que cuanto más rancio más vende (ojo que hay excepciones muy honrosas no se pique nadie) y hay millares de fotógrafos que creen que son buenos y se merecen estar ahí (cobrando) y decenas de millares que son rancios y también esperan estar ahí (cobrando).
Y al final… llegas a la conclusión de que el que afloja el dinero por algo será… que cuesta mucho de ganar… aunque sea haciendo instalaciones a fotógrafos con pretensiones también es un dinero bien trabajado… y que si nadie te permite ganar dinero con la fotografía… pues si tu fin es ese… la pasta (de cobrar) debes pensar como un comerciante… y si tu fin es la creación… pues crea crea y crea… que lo mismo eres el futuro Van Gogh (o Vivian Maier)… y si no lo eres tampoco te enteraras.
Enorme, Eugene. Gracias por tu comentario.
Yo creía que era (o que podía ser) un estupendo economista, pero no llegué más que a ser administrativo en empresas que aprovechaban mis conocimientos pero no me los pagaban como yo creía merecer. Luego decidí ser comercial, donde sí podría aprovechar mejor mis presuntas habilidades, y estuve bastante tiempo en ello, hasta que comprobé que estaba sobreviviendo a duras penas, que si quería ir un fin de semana a cenar con mi mujer y luego al cine tenía que contar la calderilla que llevaba en los bolsillos …
Me ofrecieron un trabajo menos «de corbata» pero mucho mejor pagado, y ahora, después de 22 años en él, soy el mejor camionero repartidor de muebles en Almería y Granada y a pesar de los recortes de la crisis me saco un buen sueldo, por encima de la media, eso sí, metiendo más horas que un reloj y tragándome muchos sapos.
¿Hace falta que explique lo de mi experiencia en la fotografía? Soy uno de esos fotógrafos de barrio que han comentado por ahí, mis fotos tienen gran éxito entre mi familia, básicamente las alaban mi madre y mi sufrida esposa, las cuales probablemente vean una foto de C.B. y la consideren peor que las mías, así que mucha resignación y haz las cosas para que te gusten a tí, porque si esperas aplausos ajenos, vas de culo. Como mucho alguna puñalada y muchas mofas …
Eugene, mi fin es la pasta (la de cobrar) pero para que la ganen otros, (montadores, comisarios, directores de fundación, imprentas, diseñadores, laboratorios, proveedores de material, gestores culturales, editores, coordinadores de exposiciones, camareros, compañias de transporte, de montajes, eléctricas, … etc..) por eso me dedico a la fotografía artística siguiendo ese fin de la creación y al mismo tiempo dando de comer a los demás.. ¿genial, no?…. lo más probable es que no sea ni Van Gogh ni Vivian Maier, pero sí es cierto que sigo creando y creando, por mi fin es la creación, para que otros ganen la pasta (la de cobrar) y eso sí que acerca tanto a Van Gogh como a Maier….
… fotógrafos, vosotros cread, que ese es vuestro fin,… que otros ya lo cobran por vosotros…
Pepinos genial, puedes poner en tu haber el habernos arancado una sonrisa a todos lo que hemos leido este magnifico relato, para mi eso no tiene precio aunque se que con eso no vas a llenar la nevera ni a pagar ningun recibo.
Asi son las cosas, hay unas especies por ahy increibles que consiguen vivir del trabajo de otros, tu es este caso eres el protagonista el que produces el primer impulso par que todo se mueva y sin embargo todos ganan menos tu, que curioso. Por tlo menos tu te has dado cuenta y lo has sabido ver hay mucha gente que no lo ve ni aunque le este pasando continuamente. Por lo menos te has fijado y hs llegado a una conclusion rapidamente. Este tipo de parasitos abundan y a base de pasrte la mano por el lomo te vacian la cartera.
Lo dicho nos has hecho sonreir a todos lo que hemos leido tu relato eso tambien debes ponerlo en el Haber.
Saludos desde la ciudad del Doncel.
Un saludo afectuoso también para tí.
Antes que nada, un abrazo desde la República del Paraguay.(Soy Argentino) Entre la risa y el llanto prefiero la primera por aquello de «que tu vida no sea risa, pero sí, que ésta, sea vida». En su transcurrir hay de todo; con tus peripecias parte de él, se manifiesta y toca, incluso, al más pintado. Nadie escapa a las luces, obnubilan y enceguecen por igual a cualquier ojo que se precie.. Entiendo que hay que permitirse entornarlos, cerrarlos, para después, al abrirlos nuevamente, se pueda ver todo, mejor después.
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