Acaba de pasar la Semana Santa y seguro que algunos tendrán las tarjetas llenas de gigas y gigas de fotos. Es momento de buscar por la red concursetes de temática nazarenil y, con un poco de suerte, ganar unas perricas que os van a venir muy bien para el viaje a Islandia de este verano. ¡Ojo! Los jurados suelen ser gente experimentada y conocedora de la historia de la fotografía, asi que advertimos que la foto la van a mirar con lupa. Pero si estamos listos, se la podremos meter y llevarnos algún premio.
En las procesiones, el llevar una réflex con un buen pepino abre puertas. Da derecho a acceder a zonas donde la policía te obligaría a irte. Puedes cruzar cuantas veces quieras entre los nazarenos o estamparles el gran angular en los morros. Como bien afirma en un forete el máster JMMG, que se intitula fotógrafo humanista y documentalista, «aquí no estorbas si te pones en medio y se pueden hacer las fotos con máquinas buenas y de juguete».
Lo fundamental es obtener fotos muy potentes, como se dice ahora. Y para ello es importante elegir bien el lugar de la procesión, sin que nos tenga que preocupar lo fotografiada que haya sido. Los bercianos de Aliste en Zamora han sido inmortalizados hasta la saciedad desde tiempos remotos; por ejemplo en los años 70 por Rafael Sanz y su discípula Cristina Gª Rodero. Pero la peña sigue yendo ahí a darle la tabarra a los lugareños y los premios siguen cayendo.
¿Cómo obtener fotos potentes? Hay varios métodos. Uno es ir educando la mirada con fotolibros sobre el tema, como Sevilla, Semana Santa de un tal David Jiménez. Pero el libro tiene fotos raras y éste, amigos, es un proceso lento; os lo desaconsejo.
En ciertas webs podemos encontrar buenas sugerencias. En la guía definitiva para hacer buenas fotos en S. S. nos aclara por ejemplo que «las condiciones de iluminación son completamente diferentes durante el día y durante la noche». Efectivamente. También en multitud de nuestros útiles foros de nombre terminado en istas se dan buenas respuestas a los problemas técnicos de los foristas.
Pero nosotros vamos a ver otros métodos más efectivos y destinados a ganar; y lo ilustraremos con enlaces:
– Muchas procesiones se prestan a darles un aire antiguo, bien pasando la foto a blanco y negro o bien dándole un generoso virado sepia; si además le metemos viñeteao y un plugin guapo de fotosop… ¡alehop! Foto normalucha convertida en fotoca, ergo premio nacional. Se la hemos metido al jurado. En el polo opuesto, siempre podemos contar con nuestro amigo hdr.
– Los picados y contrapicados también dan mucho juego. Para estos últimos es fundamental el ultragranangular y llevar ropa cómoda; así podremos tirarnos al suelo y conseguir esa toma atrevida y original. Y si podemos obtener unos cielos bíblicos, mejor. En esta galería hallaréis buenos ejemplos de lo dicho.
– La foto-estampa siempre suele funcionar bien. Su único mérito está en que plasma la belleza de una imagen escultórica. Para hacerla debemos de encuadrar al «santo» verticalmente, si es sólo de la cara mejor; nos ayudará pensar que la foto va a ser destinada a hacer estampicas o calendarios para llevar en la cartera. No tiene más. Además si estamos sacando a un nazareno, así nos sale entero el caperuzo. Esto va de perlas si lo que estamos buscando es ganar un concurso para un cartel de Semana Santa. En esta disciplina, no debemos tener reparos en cambiar fondos con el fotosop, combinar ByN con color, jugar con las líneas y las arquitecturas y, si estamos inspirados, atrevernos incluso con originales collages.
– Atentos también al instante decisivo cartierbressoniano, a esos momentos únicos que enfatizaremos dándole un título apropiado a nuestra imagen. No nos olvidemos de otros aspectos que se suelen dar: caras de esfuerzo denodado, militares desfilando con imágenes (religión y ejército conjugan de miedo), sombras, etc. ¡Qué no se nos escapen dichos momentos irrepetibles!
– Los contraluces nos sirven para jugar con las siluetas. Para dramatizar un poco le daremos un poquito de degradado a los cielos. Aprovecharemos las manchas del sensor para crear un efecto parecido a la lluvia, como hace H. Delgado en esta fotaza con otro acertado título: El ovni de San Bernardo.
– La mayoría de las procesiones son por la noche. Asi que puede ser un lío medir las luces. Si en la misma foto aparece un Cristo con la cara quemada por un focazo y los nazarenos muy negros, siempre podemos hacer doble exposición. No hace falta comprarse un trípode: se puede jugar con las velocidades lentas de obturación y crear interesantes juegos de luz y color.
– No sólo con las luces. Tambien funcionan bien los contrastes acusados en las formas. Los nazarenos chequeticos dan mucho juego. En las procesiones de Cartagena hay uno que lo llevan frito, frito.
– Debido a la escasez de luz, será util usar un diafragma de gran abertura. Esto nos ayudará a desenfocar fondos y a destacar la belleza de nuestro motivo principal, que en este caso puede ser la imagen escultórica.
Y si no nos ha dado tiempo a presentarnos a certamen alguno o se nos ha pegado el arroz, siempre podemos montarnos una exposición molona en un bar, restaurante o tapería. Aquí de nuevo un buen título le dará peso y categoría al proyecto. Y no os olvidéis de llevaros a amigotes y admiradores a vuestra expo, obsequiándoles con instructivas visitas guiadas .
¿Por qué no se puede abrir el último enlace?
¿Por qué nos ocultáis ese último enlace? ¿Es el secreto de la vida y la muerte, maestro?
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Deberiais de conocer la obra del grandísimo fotografo Felix Marban.
https://felixmarban.wordpress.com/semana-santa/ss_zamora/
Este año ha sorprendido llevando dos asistentes con dos grandes flash con Beauti baterías en mochilas y destrlleando por todos lados. Impresionante!